martes, 25 de enero de 2011

26 de Enero Día Mundial de la Educación Ambiental 2011

La Educación Ambiental, como algo formal, apareció en 1972 con la declaración de Estocolmo. El Día Mundial de la Educación Ambiental se celebra en muchos países desde que se instituyó por primera vez en Suecia. Sus principales objetivos son:

  • Favorecer el conocimiento de los problemas ambientales, tanto locales como globales.
  • Capacitar a las personas para analizar de forma critica la información ambiental.
  • Facilitar la comprensión de los procesos ambientales en conexión con los sociales, económicos y culturales.
  • Favorecer la adquisición de nuevos valores proambientales y fomentar actitudes críticas y constructivas.
  • Apoyar el desarrollo de una ética que promueva la protección del medio ambiente desdede equidad y solidaridad. una perspectiva
  • Capacitar a las personas en el análisis de los conflictos socioambientales, en el debate dela toma de decisiones para su resolución. alternativas y en
  • Fomentar la participación activa de la sociedad en los asuntos colectivos, potenciando la responsabilidad compartida hacia el entorno.

Actualmente la EA requiere del replanteamiento de los procesos educativos en su conjunto y desarrollarse en un marco de nuevos enfoques, métodos, conocimientos y nuevas relaciones entre los distintos agentes educativos.

Estos cambios realizados por algunos docentes se han fundamentado en la conciencia que pertenecemos a una única comunidad de vida, desarrollándose solidariamente. Una ciudadanía planetaria supone un reconocimiento y una práctica; esto es, tratar el planeta como un ser vivo e inteligente, debe llevarnos a sentir y vivir nuestra cotidianidad en conexión con el universo en relación armónica con nosotros mismos, los demás seres del planeta y la naturaleza, considerando todos los elementos en una sola dinámica equilibrada con el medio ambiente y los ambientes alternos que puedan rodearnos.

De igual forma este proceso se complementa con los principios de la educación para el desarrollo sostenible el cual es un concepto dinámico que pone en valor todos los aspectos de la toma de conciencia del público, de la educación y de la formación para dar a conocer o hacer comprender mejor los lazos existentes entre los problemas relacionados con el desarrollo sostenible y para hacer progresar los conocimientos, las capacidades, los modos de pensamiento y los valores de manera que se pueda dar a cada quien, cualquiera sea su edad, los medios de asumir la responsabilidad de crear un futuro viable y de aprovecharlo.

FELIZ DÍA EDUCADORES AMBIENTALES POR ESA GRAN LABOR

miércoles, 22 de diciembre de 2010

SANCOCHO DE ÁCIDO, CARBÓN Y MERCURIO


El alcatraz que vuela entre mis sueños lleva en su enorme pico una quimera... (Walt Whitman, Hojas de hierba).

Una mañana de mayo pasado, los viejos madrugadores del pueblo de Marytown, perdido en las costas que bordean el sudeste de los Estados Unidos, se levantaron como todos los días a echarles unas migajas de pan a los pájaros marinos que merodean con mansedumbre por los patios y que se han ido convirtiendo en sus amigos.

Lo que vieron los dejó espantados: las gaviotas de cabeza negra, que son tan bellas, también tenían negro el plumaje. Del pico les goteaba una mancha babosa. No podían levantar el vuelo de la arena, con las patas hundidas en una masa de chapapote pastoso, como el asfalto cuando se derrite. Una de las gaviotas miró a la gente pidiendo ayuda.

Según cuentan los testigos, más allá de la playa, cerca del río, tres garzas morenas habían muerto con los ojos despepitados. El guiso espantoso que navegaba corriente abajo, matando todo lo que se le atravesara, era la mezcolanza de petróleo crudo de la empresa British, que cayó pocos días antes a las aguas del Golfo de México.

A esa misma hora los alcatraces de la bahía de Santa Marta, al norte de Colombia, desayunaban su ración cotidiana de buñuelos de carbón. El periodista Antonio José Caballero, grabadora en mano, esperaba en la playa el regreso de los pescadores que habían salido a trabajar temprano. Mientras aguardaba, la cámara de su teléfono celular retrató la pala enorme de un barco carbonero que arrojaba al mar el polvo negro que sobró en las bodegas.

A esa misma hora, en las playas legendarias de Juanchaco y Ladrilleros, cerca de Buenaventura, los lancheros de cabotaje que llevan carga y pasajeros por los pueblos que se arraciman en las orillas del Pacífico limpiaban sus motores preparándose para un nuevo día de trabajo. Como si fuera la cosa más natural del mundo, arrojaban al mar el contenido de unos tanques repletos de residuos de gasolina, queroseno y diésel. Un langostino magnífico, que medía un jeme, iniciaba el día tomándose su primera taza de combustible. Cuando vi la fotografía en El País de Cali me dieron ganas de echarme a llorar.

A esa misma hora, en la zona industrial de Cartagena de Indias, abierta sobre la bahía del Caribe resplandeciente, los trabajadores de una compañía empacadora se sentaron a desayunar en los comedores de su empresa. En ese momento volvieron a ver, como venía sucediendo en las mañanas más recientes, que una nata de tizne cubría la superficie del café con leche, y que una mermelada negra, tan semejante al betún de limpiar zapatos, se había pegado al pan y al queso blanco.

Entonces, no aguantaron más. Se levantaron todos, sin que nadie los hubiera convocado, y comenzaron a golpear los platos contra los mesones. La algarabía se oyó en media ciudad. Las autoridades ambientales ordenaron el cierre de un muelle vecino, que se dedica a cargar carbón a cielo raso, sin mayores precauciones ni cuidados, sin tubos cerrados ni conductores protegidos. Seis días después el muelle fue reabierto.

A esa misma hora, en la región acuática de La Mojana, que cubre un gigantesco territorio húmedo de los departamentos de Bolívar, Sucre y Antioquia, bajaban resoplando los ríos Cauca y san Jorge, que se desbordan en caños y ciénagas. El apóstol Ordóñez Sampayo, que se ha gastado la vida defendiendo de la contaminación a campesinos, cosechas y animales, apareció en la plaza de Guaranda con el dictamen médico en la mano: los doctores certificaban que los tres niños que nacieron deformes tenían mercurio en el sistema sanguíneo.
El terrible mal de Minata, como lo saben los japoneses, porque las empresas en cualquier parte del mundo, en Tokio o en Majagual, arrojan porquerías químicas a las corrientes, y primero se pudren las aguas, y después nacen degenerados los peces y los camarones, y después nacen sin ojos los niños cuyas madres, en aquellos caseríos extraviados de la mano de Dios, consumen esa agua y esos pescados.

En las cabeceras de ambos ríos, las compañías mineras, que buscan oro entre la tierra, hacen sus excavaciones con un sancocho de mercurio y ácidos. Arroyos y acequias se llevan el mazacote. Los bocachicos mueren con la boca abierta en los playones. Las espigas de arroz no volvieron a crecer.
En medio del desastre causado por las inundaciones, y como si fuera poco, las yucas harinosas de antes florecen ahora con un hongo químico a manera de cresta. El hambre campea entre los pocos ranchos que no se ha llevado el invierno. Las emanaciones de las lagunas huelen a lo mismo que huele un laboratorio de detergentes.

Hay que decir, también, que los empresarios mineros se defienden diciendo que Ordóñez Sampayo está loco. Claro que está loco: ningún hombre cuerdo expone su pellejo ni dedica su vida entera a defender a un ruiseñor, una mojarra, un plátano pintón, una mazorca de maíz o a una mujer embarazada que carga un fenómeno en el vientre.

Epílogo

Aquella mañana, cuando los pescadores de Santa Marta regresaron a la playa, el periodista Caballero los acompañó en su tarea de descamar y abrirles el buche a los escasos pescados que traían.

-¿Qué es eso? -preguntó, intrigado, al ver unas bolas negras en el estómago de un bagre.

-Carbón, amigo -le contestó uno de ellos, levantando el animal-. Pelotas de carbón. Eso es lo que comen ahora.

Caballero tomó más fotografías y se las llevó a algunos funcionarios de la industria carbonera.

-No se preocupe -le contestó el gerente-. Vamos a construir un nuevo muelle de última generación.

-No lo dudo -dijo el reportero, con una mueca de dolor que parecía sonrisa-. No lo dudo: será la última generación.

El día que Caballero me contó esa historia, y me enseñó sus fotografías, ya no sentí ganas de echarme a llorar, como la vez aquella del langostino bañado en combustible. Lo que sentí ahora fue rabia. Cuando ya no quede una sola hoja de acacia, cuando el último pulpo haya muerto atragantado con ácido sulfúrico y cuando nuestros nietos nazcan con un tumor de carbón endurecido en la barriga, entonces será demasiado tarde. Dispondremos de computadores infrarrojos de última generación, pero ya no habrá agua para beber; los celulares de rayos láser se podrán comprar en las boticas, pero el sol no volverá a salir; los niños encontrarán el algoritmo de 28 a la quinta potencia con solo cerrar los ojos, pero dentro de 20 años no sabrán de qué color era una golondrina.

Los invito a todos a ponerse de pie antes de que se marchite el último pétalo. Usen el arma prodigiosa del Internet para protestar. Hagan oír su voz. Que el correo electrónico de los colombianos sirva para algo más que mandar chistes y felicitaciones de cumpleaños. Porque, si seguimos así, el día menos pensado no quedará nadie que cumpla años. Ni quién envíe felicitaciones.

JUAN GOSSAÍN

jueves, 18 de noviembre de 2010

La mayor protesta ambiental de los últimos 30 años


Durante 92 horas y 26 minutos, un tren que transportaba residuos nucleares desde Francia hasta Alemania fue retrasado por la resistencia pacífica y acción directa de Greenpeace, apoyada por la población local y más grupos ambientalistas.

Este tren fue bautizado irónicamente como el “Chernobyl sobre ruedas” por tratarse de un trasporte destinado a trasladar residuos altamente radioactivos. La movilización reclutó a 10 mil personas de todas las edades, sin importar el género ni su condición social, que lograron retrasar –e incluso detener- con grandes acciones no violentas todo su recorrido.



La demanda que se hizó a la canciller alemana Ángela Merkel fue clara: la eliminación progresiva de la energía nuclear y el avance hacia un futuro signado por las energías limpias.

Esta movilización puso en primer plano el problema de la industria nuclear. No existen pruebas demostradas en ninguna parte del mundo que muestren que el aislamiento de los residuos radioactivos sean una solución efectiva y comprobada.

Durante el trayecto, los activistas recopilaron miles de historias para compartir. Cuentan que la policía se basó en las lecturas que hizo Greenpeace sobre radiación para decidir que lo más prudente era mantenerse un “poco más alejado” del tren.

Los agricultores llevaron no sólo sus tractores, ¡también su ganado!: bloquearon las carreteras con sus ovejas y sus cabras. La policía no estaba ni remotamente preparada para lidiar con los “mamíferos rumiantes” y quedaron completamente desencajados ante ese escenario.

Estas son las historias que debemos contar y los ejemplos que tenemos que apoyar si queremos construir un verdadero movimiento mundial contra el cambio climático. También tenemos que recordarle a la gente que el activismo no es un delito, que la protesta no violenta no es terrorismo , y que no hay ninguna fórmula única sino muchísimas formas posibles para manifestarse a favor de un mundo mejor.


Ver Galeria de imagenes AQUI

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Dia Mundial de la Ecologia

Este lunes 1 de noviembre se conmemoró dentro del Calendario Ecológico el “Día Mundial de la Ecología”. Y nos pareció que esta era una buena oportunidad para que podamos evaluar qué es lo que hacemos cada uno de nosotros para colaborar en el cuidado del medioambiente.



En nuestra vida cotidiana estamos acostumbrados ya a ciertos hábitos de consumo, en los que muchas veces no somos reflexivos y que pueden tener consecuencias perjudiciales para el medio ambiente y los recursos naturales.






Quizás pueda parecer que con estas pequeñas prácticas personales no alcanzará para lograr un verdadero cambio, pero debemos pensar en multiplicar este tipo de acciones. Difundir nuestras prácticas ecológicas a nuestros amigos y familiares, en nuestra escuela o lugar de trabajo. Multiplicar la conciencia ecológica de la población impactará en los hábitos de consumo, para que podamos como sociedad impactar lo menos posible sobre la naturaleza y sus recursos. Esperamos les agrade la calculadora que dejamos para Uds.